viernes, 5 de febrero de 2010

Tienes más cuento que Calleja

"¡Tienes más cuento que Calleja!" Fue ésta una frase popular y extendida por toda España hasta hace muy poco y que incluso hoy se sigue usando. Suele significar que ciertas razones, explicaciones o disculpas que nos dan, o ciertos comportamientos, suenan a falsos, o cuando menos a fantasiosos. De ahí el comparativo de: "... más que Calleja."
Pero, ¿quién era ese Calleja? Bueno, pues todo un caballero, SATURNINO CALLEJA FERNÁNDEZ, nacido en Quintanadueñas –Burgos- (1.855-1.915), propietario de una editorial de cuentos para niños. Quizá la de más arraigo en toda la historia del editorialismo español.
Don Saturnino Calleja, publicó una innumerable cantidad de cuentos escritos especialmente para niños y jóvenes. Eran ediciones muy cuidadas, que se alternaban con otras más populares y baratas, pero siempre bien presentadas.
Los textos recogían, convenientemente “arreglados” para no aburrir o asustar a los niños lectores, tradiciones anónimas, clásicos de los hermanos Grimm, o de las "Mil y una noches", etc. Pero también otros textos inéditos, que sin firma o tan sólo figurando unas simples iniciales, eran escritos especialmente para Calleja.
Junto a ellos, y de manera igualmente casi anónima, firmando sólo con sus iniciales, la Editorial Saturnino Calleja contó con una casi legión de los grandes dibujantes de la época, que llenaron con sus ilustraciones, de magnífica calidad, cada edición de sus cuentos.
Calleja contó, entre otros, con Narciso Méndez Bringa, artista preferido de la revista "Blanco y Negro", y con Santiago Regidor, también ligado a esa revista. Conforme avanzaba el siglo XX, fueron uniéndose otros más jóvenes, representantes de las nuevas corrientes estéticas. Algunos de los más destacados fueron Salvador Bertolozzi y José "Pepito" Zamora.
Bartolozzi merece además especial atención, pues dedicó parte de su vida al mundo infantil, dibujando y escribiendo algunas de las mejores piezas del teatro infantil español. Creó una colección de cuentos ilustrados por él mismo, protagonizados por un "Pinocho" reinventado, y "Chapete", un personaje totalmente original, rastrero y envidioso, enemigo de Pinocho. Estas historias tuvieron un gran éxito, por lo que se publicó hasta una revista infantil.
Calleja lo cambiaba todo: El soldadito de plomo que salió del cuarto de los juguetes y tantos avatares sufrió en su aventura, lo hizo por devoción a la Virgen del Pilar y no por el amor de la muñeca bailarina, según la primera edición de este cuento infantil que la Editorial Calleja publicó en España.
Entre las "licencias" que los Calleja se tomaban en los cuentos que publicaban se encuentran las de cambiar los argumentos, los nombres y los finales: 'Hansel y Gretel' fueron 'Juanito y Margarita' y 'El Barón Munchausen’, por ejemplo, pasó a ser el Barón de la Castaña.



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