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Indulto para el Toro
En lo poco que pueda valer, uno mi voz a los que la han
levantado para algo tan hispánico como la petición de indulto de un toro. Los
tendidos alzan su voz por el indulto de un toro visual, andaluz, desafiante de
pitones, con raza y nobleza. Estoy, como tantos, pidiendo el indulto del toro
publicitario de Osborne, para que siga haciendo tan noble lidia del paisaje en
los montes de España, ahora que con la Ley de Carreteras quieren condenarlo
devolviéndolo a los corrales.
El toro de Osborne está ya unido al paisaje de España y no
debemos acabar con la vida de este símbolo de Andalucía. Es como si condenaran
a la chaquetilla corta del Tío Pepe.
Aquí ha entrado una maldita fiebre europeísta que amenaza
muchos símbolos patrios. ¿Ha obligado alguien acaso a los ingleses, en
aplicación de leyes europeas de carretera, a circular por la derecha? ¿Se
sublevaría el Reino Unido de la Gran Bretaña si Europa así lo exigiera? Pues
para nosotros este paisaje del toro en la lejanía es como circular por la
izquierda.
El toro, como tantos símbolos publicitarios, forma parte del
paisaje español. Los extranjeros se llevan el recuerdo del Escorial, de la
Giralda, del Acueducto, del muslo de una bailaora en un tablao flamenco... y
del toro de Osborne visto desde el aire acondicionado de un autobús.
En esta España que destruye el paisaje, que degrada las
ciudades, el toro de Osborne encampanado en lo alto de un cerro nos guía
diciéndonos dónde estábamos. Era el único dios que nos quedaba de toda una
mitología publicitaria. Por no quedar, ni quedan piedras en el camino. Nuestras
carreteras se parecen cada día más a las carreteras de Los Ángeles o de
Frankfurt. Se nos han vuelto impersonales. Apenas nos queda la humanidad de una
venta con camiones parados a la puerta, señal que ofrece un buen menú.
En esta España que tantas cosas está entregando a Europa,
debemos conservar el toro de Osborne como se conservan las corridas, aunque en
Bruselas digan misa.
Ese toro hay que indultarlo antes de que seamos una colonia
de Madison Avenue. Que yo creo que ya lo somos.
Antonio Burgos. ABC,
viernes 22 de diciembre de 1989.
Este artículo fue el primero publicado en la Prensa española en defensa del Toro de Osborne, tras la promulgación de la nueva Ley de Carreteras en 1989.
Contesta a las siguientes preguntas:
¿Cuál es el origen del toro?
Busca el significado de las siguientes palabras
relacionadas con el mundo taurino:
Tendidos, Indulto, Pitones, Lidia, Corrales
¿Qué significan las siguientes características aplicadas
al toro?
Desafiante, Raza, Nobleza, Encampanado
Intenta explicar las expresiones:
Devolverlo a los corrales, Decir misa
¿Qué otros recuerdos, según el autor, se llevan los
turistas cuando viene a España?
¿Dónde están? ¿Qué sabes de ellos?
Habla de otro símbolo español con “chaquetilla”.
¿Quién
es Tío Pepe?
El símbolo del toro ha acompañado a la cultura mediterránea a lo largo de los siglos. La silueta recortada de un toro sobre una loma es una imagen presente en el imaginario colectivo español. Creación original del pintor Enrique Mélida plasmada en su cuadro "Se aguó la fiesta", esta imagen ha sido ampliamente reproducida en todo tipo de objetos de decoración y publicidad, desde los abanicos pericones de las damas de hace un siglo hasta las camisetas de los actuales hinchas de fútbol.
ResponderEliminarGracias por tu comentario!!!!
EliminarUna nota de prensa sobre este asunto.
ResponderEliminarABC. Madrid. El carnaval de Roma.
4 de Febrero de 1923
Maestro en este arbitrio fue Enrique Mélida. Uno solo de sus cuadros, ¡Se aguó la fiesta!, ha sido en España, y lo es aún, más popular que las Meninas y mucho más que el entierro del señor de Orgaz, y, por lo menos, tanto como la más popular obra mística de Murillo. ¡Se aguó la fiesta! es aquel cuadro en que un bravo toro, retinto en negro y corniapretado, se planta amenazador ante un grupo de chisperos que comen regocijados en pleno campo.
Martín Ávila