miércoles, 20 de mayo de 2015

Diario de Aprendizaje de una PEDEPERA cualquiera.Entrada 8

Módulo 7 : ¿Cómo hacer que los alumnos se impliquen en las tareas de interacción oral?




Tejiendo redes:
Gestión del aula
Técnicas de movilización: Role-playing
Buscando motivos para la acción




http://ximenaandreavillahenao.blogspot.com.es/



 Role-playing:
El juego teatral, juego dramático o juego de rol (en inglés, role-play) es una breve representación teatral basada en una situación de la vida real —p. ej., comprar en un supermercado—, o bien en una situación ficticia —p. ej., un alumno interpreta a Salvador Dalí, otro, a Federico García Lorca y un tercero, a Luis Buñuel—. Cada alumno prepara, ensaya y representa un papel, en el que expresa opiniones, negocia con su interlocutor, intenta convencerlo, etc. Con frecuencia, los términos juego teatral y simulación se emplean como sinónimos e incluso se combinan entre sí (en inglés, role-play simulation, simulation game, role-playing game, etc.). A pesar de ello, algunos autores sí distinguen entre uno y otro tipo de actividad; p. ej., G. Porter-Ladousse (1987) considera que las actividades de simulación son extensas, complejas y pautadas, mientras que los juegos teatrales son más breves, simples y flexibles, es decir, más improvisados. En otros casos se considera que en un juego teatralel alumno no actúa en su nombre propio, sino representando a un personaje del juego, mientras que en una simulación el alumno conserva su propia identidad.

El juego teatrales una actividad comunicativa propia del Enfoque comunicativo, del Enfoque por tareas y de los demás enfoques didácticos interactivos, dado que propicia la interacción auténtica, basada en el significado —no tanto en las formas lingüísticas— y orientada hacia la consecución de unos objetivos extralingüísticos —no tanto puramente lingüísticos (gramaticales, léxicos, etc.)—, p. ej., alquilar una habitación.

En las propuestas más tradicionales de juegos teatrales, el profesor le asigna a cada alumno un papel y le traspasa (oralmente, escrita en una tarjeta, etc.) la información sobre la situación en la que se halla y sobre cómo debe actuar en el diálogo. Un inconveniente de este proceder es el estrecho margen de espontaneidad en la conversación que se le confiere al alumno, circunstancia que no favorece la motivación por la interacción y por el aprendizaje de la LE, menos aún cuando los alumnos se limitan a escribir los diálogos para a continuación memorizarlos y finalmente recitarlos de forma mecánica.

Con el fin de subsanar esa contrariedad, se suele proponer a los propios aprendientes que ellos mismos decidan las situaciones, los temas de conversación —acordes con su edad e intereses—, la postura que adopta cada uno, etc., sin programar hasta el final el argumento, sino dando rienda suelta a la improvisación. En este proceder alternativo, el profesor cede más protagonismo a los propios alumnos, mientras que él se mantiene un tanto al margen de la interacción, observando, sólo interviniendo en casos de necesidad y, generalmente, tomando notas para hacer algunas observaciones, aclaraciones, correcciones, sugerencias, etc. una vez que haya terminado el diálogo entre los participantes.

En suma, un juego teatral puede ser una actividad de práctica controlada, o bien de práctica libre.

En el primer caso cada alumno recibe unas instrucciones precisas como, p. ej.:

- Alumno A: Pídele a tu compañero, que es tu mejor amigo, la llave del apartamento de sus padres para pasar un fin de semana con tu pareja.
- Alumno B: Dile que no puedes dejarle la llave del apartamento de tus padres, porque el apartamento no es tuyo y si ellos se enteran, se van enfadar y con razón.
- Alumno A: Prométele que vais a tener muchísimo cuidado y que el domingo, antes de regresar, lo dejaréis todo en perfecto estado (limpio y ordenado).
- Alumno B: Dile que por ti no hay problema, pero que antes debes consultar con tus padres.

En el segundo caso a cada participante simplemente se le describen las circunstancias y se espera que él obre en consecuencia. Esta segunda opción fue desarrollada con mayor profundidad por R. Di Pietro (1987) en su modelo de enseñanza basado en escenarios. He aquí un ejemplo:

- Alumno A: Te hace mucha ilusión pasar un fin de semana a solas con tu pareja, pero no tenéis dinero para ir a un hotel. Sabes que los padres de tu compañero, que es tu mejor amigo, tienen un apartamento al que no suelen ir. A veces ellos le dejan la llave a algún amigo de la familia.
- Alumno B: Tu compañero, que es tu mejor amigo, te ha mencionado que le haría mucha ilusión pasar un fin de semana a solas con tu pareja, pero ya sabes que ellos no tienen dinero para ir a un hotel. Como tus padres tienen un apartamento al que no suelen ir, a lo mejor podrías solucionarle el problema a tu amigo.

A la hora de analizar o de clasificar un juego teatral, se puede atender a los once factores que enumera G. Porter-Ladousse: nivel, objetivo, contenido lingüístico, duración, organización (parejas, grupos, etc.), captación previa de la atención del alumno, pretarea, proceso (pasos de la actividad), postarea, comentarios y variaciones.

La introducción de los juegos teatrales en la enseñanza del ELE abre nuevas posibilidades de practicar la lengua en conversaciones debidamente contextualizadas. De entre los valores de los juegos teatrales cabe destacar los siguientes:
Su potencial para fomentar la creatividad y la aportación personal del alumno, cualidades que redundan en beneficio de la motivación por el aprendizaje de la lengua y el desarrollo de la fluidez oral.
La desinhibición que suele lograrse cuando el alumno se convierte en actor, de modo que las creencias y los sentimientos que expresa en el escenario del aula no son necesariamente los del propio alumno, sino los del personaje que está interpretando en ese momento.
Su capacidad para promover el diálogo constructivo, el respeto a las opiniones contrarias a la propia y la cooperación, p. ej., orientada hacia la resolución de problemas.
Sus posibilidades para desarrollar la comprensión auditiva, la expresión oral y las destrezas de interacción, desde cuestiones fónicas como, p.ej., los sonidos y la entonación de la LE, hasta cuestiones discursivas como, p.ej., la cohesión y la coherencia, aprender a iniciar una conversación, a tomar el turno de palabra, etc.).

Llama la atención el hecho de que en ocasiones se espera que los alumnos desempeñen papeles en la LE que rara vez desempeñan en su propia L1 —mucho menos si son niños o adolescentes—, p. ej., director de una empresa, jefe de personal, médico, alcalde, etc.; actuar como tales sin experiencia previa conlleva una dificultad añadida que puede desembocar en el desencanto o la frustración de no saber cómo actuar o qué decir. Sin embargo, escogiendo con acierto papeles adecuados para cada aprendiente, en función de su situación (personal, profesional, social, etc.) actual y de sus expectativas (educativas, profesionales, de ocio, etc.) para el futuro, el juego teatral, además de resultar ameno e interesante, constituye un instrumento de suma utilidad como preparación para las conversaciones auténticas fuera del aula.





Juego de role playing: http://www.todoele.net/actividades/Actividad_maint.asp?Actividad_id=372



Imagen de Google
 

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