¿De dónde viene la expresión “eso es un cuento chino”?
Según la Real Academia de la lengua Española (RAE) se define el cuento chino como “embuste, mentira disfrazada con artificio” pero…¿de dónde viene esta expresión?
"Allá por el 1800, España traía esclavos africanos desde la península ibérica hasta Cuba para tratarlos como mano de obra en la industria azucarera. La ingente cantidad de esclavos que traían era tal (dicen que sobre 600,000) que en un congreso internacional que se efectuaba en Viena, Inglaterra presiona a España para terminar la trata de esclavos y los dos países firman un documento donde manifestaban finalizar dicho comercio en el 1820.
Pero ¿qué podían hacer ahora los españoles para conseguir mano de obra barata para su industria en Cuba? Fácil! Se fueron a china y les prometieron “oro y gloria”, se ponían en el puerto y se montaban colas enormes de ilusos chinos. A estos les decían que en Cuba tendrían trabajo, comida y un hogar, más un buen sueldo. Eso sí, debían trabajar bastante pero… eran chinos y allí trabajan por menos…o eso creían. Aceptaban tan maravillosa oferta de trabajo, firmaban un contrato en español y se iban para Cuba en ese mismo barco donde firmaban.
Al llegar a Cuba…las cosas no eran como las pintaban. Resultaba que en el contrato que habían firmado en español y sin entender, decía que, efectivamente, tenían casa,trabajo,comida y ropa, pero que todo ello se descontaba automáticamente de su sueldo, por lo que al final acababan endeudados hasta las cejas y tenían que trabajar durante 20 años casi de gratis y a destajo, como esclavos.
Y…de ahí viene la expresión de “eso es un cuento chino”, de como engañaban a los chinos como querían prometiéndoles lo mejor y ofertándoles realmente la esclavitud…”
Pero ¿qué podían hacer ahora los españoles para conseguir mano de obra barata para su industria en Cuba? Fácil! Se fueron a china y les prometieron “oro y gloria”, se ponían en el puerto y se montaban colas enormes de ilusos chinos. A estos les decían que en Cuba tendrían trabajo, comida y un hogar, más un buen sueldo. Eso sí, debían trabajar bastante pero… eran chinos y allí trabajan por menos…o eso creían. Aceptaban tan maravillosa oferta de trabajo, firmaban un contrato en español y se iban para Cuba en ese mismo barco donde firmaban.
Al llegar a Cuba…las cosas no eran como las pintaban. Resultaba que en el contrato que habían firmado en español y sin entender, decía que, efectivamente, tenían casa,trabajo,comida y ropa, pero que todo ello se descontaba automáticamente de su sueldo, por lo que al final acababan endeudados hasta las cejas y tenían que trabajar durante 20 años casi de gratis y a destajo, como esclavos.
Y…de ahí viene la expresión de “eso es un cuento chino”, de como engañaban a los chinos como querían prometiéndoles lo mejor y ofertándoles realmente la esclavitud…”
El 3 de junio de 1847 el bergantín español “Oquendo” desembarcó los primeros 200 culíes chinos procedentes del puerto de Amoy en el ultramarino poblado habanero de Regla.
Estos asiáticos llegaron contratados como colonos con un salario mensual de cuatro pesos y derecho a ropa, alimentación y alojamiento, pero en la práctica fueron tratados como los esclavos africanos por lo que los suicidios, las rebeliones y el cimarronaje fueron habituales entre los colonos-esclavos que recurrieron a esos métodos perdidas las esperanzas de redención.
Las denuncias de los abusos a que eran sometidos sus súbditos fueron tan graves que en 1873 el gobierno imperial chino envió investigadores a la isla y en 1874 fue prohibida la contratación de culíes para las labores agrícolas. No obstante, para ese momento existían en Cuba 132,435 culíes chinos.
Estos asiáticos llegaron contratados como colonos con un salario mensual de cuatro pesos y derecho a ropa, alimentación y alojamiento, pero en la práctica fueron tratados como los esclavos africanos por lo que los suicidios, las rebeliones y el cimarronaje fueron habituales entre los colonos-esclavos que recurrieron a esos métodos perdidas las esperanzas de redención.
Las denuncias de los abusos a que eran sometidos sus súbditos fueron tan graves que en 1873 el gobierno imperial chino envió investigadores a la isla y en 1874 fue prohibida la contratación de culíes para las labores agrícolas. No obstante, para ese momento existían en Cuba 132,435 culíes chinos.
Adaptado de http://mentescuriosas.tumblr.com/
Viernes 02 de mayo de 1997, Buenos Aires, República Argentina
CONFIRMAN LA VERSIÓN DE NÁUFRAGOS JAPONESES
"Una vaca cayó del cielo y nos hundió el pesquero"
El insólito caso figura en un informe de la Embajada alemana en Moscú · La vaca había sido robada y la llevaban en un avión · Pero el animal se descontroló y los ladrones tuvieron que tirarlo al mar
(Moscú. Reuter).- Creer o no creer. Ese fue el dilema que se les presentó a los tripulantes de una lancha patrullera rusa al rescatar a los naúfragos de un pesquero japonés: "Una vaca cayó del cielo y nos hundió el pesquero", intentaron explicar los marinos en desgracia al ser rescatados. Ante la duda, los rusos decidieron detenerlos.
La historia llegó a ser publicada por el diario Komsomolskaja Prawda, hace unos seis meses, en una pequeña sección de noticias insólitas, del tipo Créase o no de Ripley, e hizo reír a miles de moscovitas.
Pero con el tiempo se descubrió que el cuento de los pobres náufragos japoneses era real.
No solo eso: la vaca que cayó del cielo ruso y hundió el pesquero japonés figura en un informe de la Embajada alemana en Moscú que lleva un sugerente título: "La seguridad en el cielo de Rusia".
El informe llegó desde Moscú a la Cancillería alemana en Bonn el 24 de abril pasado y lleva la firma de un alto oficial de la Embajada, Oberst Harden.
Banda de delincuentes
Investigaciones hechas por las autoridades rusas descubrieron que detrás de la insólita historia del hundimiento del pesquero japonés había una banda de delincuentes. La historia fue publicada por el diario alemán Hamburger Morgenpost en su edición del martes pasado.
Según descubrieron los investiga- dores rusos, un grupo de soldados se dedicaba a robar ganado y a transportarlo por avión.
"Miembros de las fuerzas armadas rusas robaron un par de vacas y se las llevaron en un avión.
Pero durante el vuelo las vacas se descontrolaron y ante la posibilidad de un accidente aéreo la tripulación se vio forzada a tirarlas al vacío", dice el diario alemán citando el informe de la Embajada. "Con tanta mala suerte -conntinúa- que una de las vacas cayó sobre el pesquero japonés y lo mandó al fondo del mar".
Harden cita en su informe al estadounidense Dennis Cooper, representante en Moscú de la Federal Aviation Agency (Agencia Federal de Aviación), el organismo que controla las actividades aéreas.
El Hamburger Morgenpost se comunicó telefónicamente con Cooper, quien confirmó la veracidad de la noticia.
Sin embargo, Cooper tomó distancia del informe de la Embajada y aseguró que "nunca les informé formalmente acerca del acontecimiento".
El martes pasado Harden le dijo al Hamburger Morgenpost que "todavía faltaban comprobar algunos datos, pero la historia es absolutamente verídica".
"En los tres años que llevo viviendo en Rusia he aprendido que aquí todo es posible", dijo Harder.
"Al principio, cuando nos enteramos de la historia del hundimiento del pesquero japonés nos reímos a carcajadas.
Pero con el tiempo nos dimos cuenta que la historia era real y que también eso podía pasar aquí", concluyó.
Pero nadie dijo nada hasta el momento sobre qué habrá pasado por la cabeza de los pescadores japoneses cuando vieron que la vaca, convertida en un misil de 700 kilos, perforó el barco y los mandó a pique.
"Una vaca cayó del cielo y nos hundió el pesquero"
El insólito caso figura en un informe de la Embajada alemana en Moscú · La vaca había sido robada y la llevaban en un avión · Pero el animal se descontroló y los ladrones tuvieron que tirarlo al mar
(Moscú. Reuter).- Creer o no creer. Ese fue el dilema que se les presentó a los tripulantes de una lancha patrullera rusa al rescatar a los naúfragos de un pesquero japonés: "Una vaca cayó del cielo y nos hundió el pesquero", intentaron explicar los marinos en desgracia al ser rescatados. Ante la duda, los rusos decidieron detenerlos.
La historia llegó a ser publicada por el diario Komsomolskaja Prawda, hace unos seis meses, en una pequeña sección de noticias insólitas, del tipo Créase o no de Ripley, e hizo reír a miles de moscovitas.
Pero con el tiempo se descubrió que el cuento de los pobres náufragos japoneses era real.
No solo eso: la vaca que cayó del cielo ruso y hundió el pesquero japonés figura en un informe de la Embajada alemana en Moscú que lleva un sugerente título: "La seguridad en el cielo de Rusia".
El informe llegó desde Moscú a la Cancillería alemana en Bonn el 24 de abril pasado y lleva la firma de un alto oficial de la Embajada, Oberst Harden.
Banda de delincuentes
Investigaciones hechas por las autoridades rusas descubrieron que detrás de la insólita historia del hundimiento del pesquero japonés había una banda de delincuentes. La historia fue publicada por el diario alemán Hamburger Morgenpost en su edición del martes pasado.
Según descubrieron los investiga- dores rusos, un grupo de soldados se dedicaba a robar ganado y a transportarlo por avión.
"Miembros de las fuerzas armadas rusas robaron un par de vacas y se las llevaron en un avión.
Pero durante el vuelo las vacas se descontrolaron y ante la posibilidad de un accidente aéreo la tripulación se vio forzada a tirarlas al vacío", dice el diario alemán citando el informe de la Embajada. "Con tanta mala suerte -conntinúa- que una de las vacas cayó sobre el pesquero japonés y lo mandó al fondo del mar".
Harden cita en su informe al estadounidense Dennis Cooper, representante en Moscú de la Federal Aviation Agency (Agencia Federal de Aviación), el organismo que controla las actividades aéreas.
El Hamburger Morgenpost se comunicó telefónicamente con Cooper, quien confirmó la veracidad de la noticia.
Sin embargo, Cooper tomó distancia del informe de la Embajada y aseguró que "nunca les informé formalmente acerca del acontecimiento".
El martes pasado Harden le dijo al Hamburger Morgenpost que "todavía faltaban comprobar algunos datos, pero la historia es absolutamente verídica".
"En los tres años que llevo viviendo en Rusia he aprendido que aquí todo es posible", dijo Harder.
"Al principio, cuando nos enteramos de la historia del hundimiento del pesquero japonés nos reímos a carcajadas.
Pero con el tiempo nos dimos cuenta que la historia era real y que también eso podía pasar aquí", concluyó.
Pero nadie dijo nada hasta el momento sobre qué habrá pasado por la cabeza de los pescadores japoneses cuando vieron que la vaca, convertida en un misil de 700 kilos, perforó el barco y los mandó a pique.
Réalisé par le CRDP de l’académie de Strasbourg
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